No sé a vosotros, pero a mí me encantan las revistas de cocina. De algún modo, son como las revistas de moda, te enseñan a combinar cosas que a ti, ni se te pasarían por la cabeza. De todas formas, a mí me suele gustar dar siempre mi toque personal a cualquier receta, aunque, como con la moda, algunas veces soy muy clásica ;D
¿Por qué os hablo de esto?, simplemente, porque la receta de hoy la saqué de una revista de cocina. La verdad es que fué un plato que me sorprendió bastante. La mezcla de sabores me gustó muchísimo, y aunque es un plato un poco pesado (aunque todo depende de la cantidad que se coma) su sabor es muy suave. Espero que os guste, ya me contaréis.
¿Qué necesitamos? (para 4 personas):
- 400 gr. de merluza
- 100-150 gr. de gambas
- 150 gr. de miga de pan duro (yo no tenía y puse pan de molde)
- 1 diente de ajo
- 1 ramita de perejil (aquí viene mi aportación; sustituí el perejil por 20 gr. de algas, concretamente por unas que se llaman espagueti de mar)
- 1 huevo
- Harina para enharinar las albóndigas
- 1 bote grande de judías blancas cocidas
- 20 gr. de setas secas (yo utilicé senderillas o senderuelas)
- 1 pizca de pimentón
- Sal y pimienta negra
¿Cómo lo hacemos?:
Para empezar, ponemos en remojo las setas secas según indique el fabricante. Con las algas hacemos lo mismo, es decir, las cocinamos como nos indiquen en el paquete.
Lavamos la merluza y las gambas. Ponemos la merluza en una cazuela y la cubrimos con agua, la tapamos y la ponemos a fuego lento hasta que hierva. Cuando comience a hervir, lo dejamos unos 5 minutos, añadimos las gambas y dejamos 1 minuto más. Apagamos el fuego y dejamos enfriar en el mismo caldo.
Pelamos el ajo y lo picamos. Tanto si utilizamosmos perejil como si echamos algas, tendremos que picarlos. Escurrimos el pescado, reservando el caldo. Ponemos el pan en remojo con un poco del caldo de cocer el pescado. Mientras tanto, desmenuzamos el pescado, retirando la piel y las espinas. Picamos también las gambas, y echamos todo en un bol grande, al que añadiremos el ajo, el pan (escurrido) y el perejil o las algas (según lo que hayamos elegido). Agregamos también el huevo, una pizquita de sal, pimienta negra molida y lo removemos todo hasta obtener una masa homogénea. Dejamos reposar la masa unos 15-20 minutos.
Pasado este tiempo, formamos las albóndigas, para ello, cogemos porciones de la masa y hacemos pelotillas del tamaño de pelotas de ping-pong (o del tamaño que queráis) y las enharinamos. Las vamos friendo en una sartén en la que habremos echado y calentado un dedo de aceite. Las dejaremos escurrir en papel de cocina.
Escurrimos las setas (pero sin tirar el caldo), las secamos y las salteamos en una cazuela con un chorretón de aceite hasta que se doren un poco. Las salpimentamos y añadimos las albóndigas. Cubrimos con el caldo de pescado (que habremos pasado por un colador) y dejamos que hierva.
Enjuagamos las judías del líquido de conservación, las escurrimos bien y las añadimos a la cazuela junto con las albóndigas. dejamos cocer todo unos 5 minutillos para que ligue la salsa. Agregamos el pimentón, removemos y servimos bien calentito.
Cosicas:
Si no encontráis setas secas, podéis utilizarlas normales, pero necesitaréis más cantidad, unos 150 ó 200 gr. A la hora de cocinarlas, tenéis que hacer lo mismo que he explicado, pero en este caso, tendréis que dejar evaporar el agua que suelten al freirlas antes de añadir las albóndigas.
En la revista de la que saqué la receta, no especifican el tipo de setas que utilizan, pero yo utilicé, como os he dicho, senderillas. Son unas setas que dan un sabor espectacular. Vosotros podéis utilizar las que más os gusten.
Si la salsa queda demasiado líquida, podéis diluir una cucharadita de harina en un vasito de caldo y añadirlo a la cazuela cuando esté hirviendo. Dejáis cocer unos minutos y veréis como se espesa un poquito. Si por el contrario quedara muy espesa, solo tenéis que añadir un poquito de caldo.