A mí personalmente me trae muchos y buenos recuerdos de mi infancia, ya que mi abuela preparaba unas bandejas enormes de torrijas cuando íbamos de vacaciones en Semana Santa a verlos. ¡Mmmmmm…, qué ricas estaban!, y ese olor a canela…., ¡qué recuerdos!.
¿Qué necesitamos?:( para 6 personas ):
- 1 barra de pan
- 800 ml. de leche
- 1 palo de canela en rama
- Unas tiras de piel de limón (sin lo blanco)
- 2 ó 3 cucharadas soperas de azúcar
- 2 ó 3 huevos
- Azúcar blanco
- Canela en polvo
¿Cómo lo hacemos?:
Empezamos poniendo la leche en un cazo al fuego con las 2 ó 3 cucharadas de azúcar, el palo de canela y la corteza de limón. Cuando veamos que comienza a hervir, apagamos el fuego y lo dejamos templar.
Mientras, cortamos la barra de pan en rebanadas de 1 cm. ó 1,5 cm. y las colocamos en una fuente sin que se superpongan las rebanadas . Echamos la leche templada por encima, pasándola por un colador, y dejamos reposar durante 1 hora aproximadamente, para que el pan se chupe la leche (les echamos la leche, y con mucho cuidado, les damos la vuelta para que se empapen bien por los dos lados).
Pasado este tiempo, ponemos una sartén con un dedo de aceite de oliva suave (0.4º) a calentar. Batimos los huevos, y vamos pasando las rebanadas de pan, empapadas en leche, por el huevo y las freimos en el aceite hasta que se doren ligeramente. Las sacamos a un plato o fuente con papel de cocina para que escurran un poco el aceite. Repetimos esta operación hasta que terminemos todas las rebanadas.
En un plato mezclamos azúcar y canela en polvo, esta última a vuestro gusto, y vamos rebozando en esta mezcla las rebanadas ya fritas, cuando aún estén templadas.
Por último, solo nos queda disfrutar de este delicioso postre, que está buenísimo tanto recién hecho como frío.
Cosicas:
El aceite, no lo pongáis con el fuego muy fuerte, ya que se os quemará. Yo para freírlas, cubrí la sartén con casi un dedo de aceite, y cuando tenía hechas la mitad, añadí más aceite.
Hay gente que utiliza aceite de girasol para freírlas, a mi me gusta más con el de oliva suave, pero para gustos…colores.
¡Ah!, por cierto, cuando las vayáis a echar a la sartén, hacedlo con cuidado, ya que saltará un poquito.