Otra manera de hacer este delicioso postre.
¿Qué necesitamos? (para 6 a 8 personas): Para el relleno: Para el bizcocho: Para emborrachar el bizcocho: Para adornar: ¿Cómo lo hacemos?: Relleno: Ponemos a remojo las hojas de gelatina en agua fría durante 10-15 minutos. Mientras tanto vamos haciendo el relleno. Montamos la nata con una cucharada de azúcar. Batimos las yemas con el resto del azúcar hasta que estén blancas y espumosas. Agregamos el mascarpone y la nata, y damos vueltas hasta lograr una consistencia cremosa. Escurrimos la gelatina y la disolvemos en un poquito de agua templada hasta que no queden grumos y lo añadimos a la mezcla anterior. Metemos a la nevera y lo dejamos mientras hacemos nuestro bizcocho. Bizcocho: Separamos las yemas de las claras. Ponemos en un cuenco las yemas junto con el azúcar y la esencia de vainilla y lo batimos hasta que la mezcla se blanquee y doble su volumen. Incorporamos la harina tamizada. En otro cuenco, montamos las claras, con una pizquita de sal, a punto de nieve. Añadimos estas al preparado anterior y lo mezclamos con cuidado, pero procurando que no queden grumos. Cogemos la placa del horno y la forramos con papel de horno o con papel de plata. La engrasamos con un poco de aceite de girasol y echamos la mezcla del bizcocho. Lo repartimos bien por toda la superficie de la placa y lo metemos al horno (previamente lo habremos calentado a 180ºC) durante aproximadamente 10-15 minutos (hasta que lo veamos doradito). Una vez hecho el bizcocho, tenemos preparado un paño de cocina húmedo (lo empapamos en agua y luego lo escurrimos bien). Lo ponemos encima de la placa de bizcocho, le damos la vuelta y quitamos el papel (que cubría la bandeja) que se habrá quedado pegado en el bizcocho; lo enrollamos y lo dejamos enfriar. Montaje: Mezclamos el café con el Amaretto y lo reservamos. Una vez que se haya enfriado el rulo, lo abrimos con cuidado. Repartimos por toda la superficie la mezcla de café y Amaretto. Luego repartimos la mezcla que tenemos en la nevera de mascarpone y la repartimos bien por todo el bizcocho. Lo enrollamos con cuidado y le cortamos los bordes (para que quede más bonito). Espolvoreamos con el cacao en polvo hasta que quede totalmente cubierta la superficie. Y ya tenemos listo nuestro brazo de gitano.
